OLa civilización occidental se conformó durante la Edad Media como una realidad cultural cuyo ámbito geográfico fue el continente europeo. Ya sabes que los primeros siglos medievales fueron muy difíciles. Desde las invasiones germanas, Occidente vivió replagado sobre sí mismo, amenazando incluso en su territorio por el avance del Islam y, más tarde, por los ataques de normandos, sarracenos y húngaros. Las guerras, las epidemias y el hambre fueron compañeros habituales de hombres y mujeres medievales que vivían en un mundo marcado por la inseguridad y que se sostenía en una economía rural de subsistencia.
El siglo XI marcó un punto de inflexión en este devenir. Lentamente, empezó a gestarse con conversión esencial cuyo símbolo fue el desarrollo de las ciudades, ámbito donde se produjeron importantes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales. Hasta fines de la Edad Media, estos cambios ligados a las ciudades convirtieron e incluso se desarrollaron en estrecha relación con la feudalidad, pero a partir de ellos se fueron originando las transformaciones que constituirían las bases del mundo moderno y que expresaron, con extraordinario vigor, la potencia creadora de nuestra civilización occidental.
1)Continuidad y cambio en el mundo medieval
Al estudiar el extendió periodo denominado Edad Media, los investigadores reconocen el siglo XI como un momento crucial en la historia de Occidente. Algunos incluso sostienen que fue entonces cuando tuvo lugar el auténtico comienzo de nuestra civilización que opto por constituirse en un mundo abierto, orientado hacia el crecimiento y con tendencias expansivas.
La importancia del siglo XI es que marco un punto de inflexión en el desarrollo de Occidente y dio inicio a un periodo de transición en el cual se mantuvieron muchas características de los primeros siglos de Edad Media, mientras paralelamente de fueron gestando nuevos procesos que impulsaron transformaciones en todos los ámbitos de la vida de la sociedad, los que al consolidarse, dieron un paso a la Edad Moderna. La potencia creadora de la civilización occidental se manifestó entonces con fuerza, echando por tierra la idea, ya obsoleta, de una Edad Media oscura y retrasada.
En el periodo que se extiende desde el siglo XI hasta el siglo XV, es posible percibir múltiples elementos de continuidad y de cambio respecto al anterior. Ellos nos permiten comprender el lento tránsito de una época a otra y reconocer las raíces medievales del mundo moderno. En esta etapas, a grandes rasgos, podemos señalar que:
-La sociedad siguió expuesta a las guerras, las epidemias y las hambrunas, pero las invasiones se detuvieron, los europeos tomaron la iniciativa para avanzar sobre nuestros territorios, se redujo en parte la inseguridad y la población comenzó a aumentar apoyad por las mejoras de la agricultura y la ampliación del espacio cultivado. Eran los inicios de una expansión demográfica, económica y territorial.
-La población siguió habitando mayoritariamente en las áreas rurales y la agricultura y la ganadería continuaron siendo bases de la economía medieval, pero las actividades artesanales y comerciales comenzaron a crecer rápidamente, junto con el uso de la moneda y de nuevas prácticas económicas, estimulando la visa urbana. En esta etapa, se consolido la ciudad medieval (diferente de la ciudad grecorromana) que fue el ámbito donde se desenvolvieron los principales cambios.
La sociedad medieval siguió siendo estamental y mantuvo su esquema tripartito (el clero, la novelas y el campesinado), pero en las ciudades se fue conformando un grupo social diferente -la burguesía- que sí bien quedo incorporado al llamado tercer estado, junto a los campesinos, claramente tenía una nueva mentalidad. Sus actitudes frente al tiempo, el dinero, el trabajo, la familia y la educación coexistieron, eso si, durante siglos, con los modelos aristocráticos que se mantuvieron con vigor.
-La Iglesia conservo y reforzó su influencia en todos los ámbitos de la vida, así como su control sobre las ideas y el quehacer intelectual, entrando de lleno también en el espacio urbano. En las ciudades surgieron las universidades y la escolástica, un nuevo método de enseñanza y estudio impulsando y desarrollado por miembros del clero, pero que fomentó en el espíritu crítico y condujo a un saber más secularizado (secularizado: proceso por el cual algo o alguien pierde su carácter religioso para pasar a ser laico) que terminaría por escapársele de las manos a la Iglesia.
-El ideal medieval de una autoridad universal que debía regir a la Cristiandad, representando en la figura del Papa y del emperador, se desarrollaba a la vez que el poder político se encontraba fragmentado en manos de numerosos señores feudales. Este orden comenzó a desintegrarse lentamente, siendo reemplazado por monarquías cada vez más poderosas y, en algunos lugares, como la Península Itálica, por ciudades que llegaron a constituirse como repúblicas.
El crecimiento sostenido que se venía manifestando desde el siglo XI y que llego a su punto máximo en el siglo XIII, se vio bruscamente interrumpido en el siglo XIV por una serie de calamidades, la peor de las cuales fue la oeste negra. La enfermedad, el hambre, la guerras y los conflictos sociales, marcaron la crisis de este siglo y produjeron la decadencia de las estructuras del mundo medieval que ya se habían debilitado. Cuando en el siglo XV se inició la recuperación, el mundo moderno que se venía gestando desde hacía siglos, pudo irrumpir con toda su fuerza.
2) El inicio de la expansión en Occidente
A partir del siglo XI, finalizadas las invasiones de normandos, húngaros y sarracenos, y paralelamente al desarrollo del sistema feudal. Europa comenzó a experimentar de manera paulatina, ciertos cambios que significaron un crecimiento demográfico y económico, surgiendo además tendencias hacia una expansión territorial.
Una revolución en la agricultura
Uno de los procesos más significativos experimentados por la sociedad fue el aumento sostenido de la población. El crecimiento demográfico fue resultado de una disminución de la mortalidad, fenómeno estrechamente vinculado a una mejor alimentación. Esta fue posible gracias a un incremento en la producción de alimentos, el que se explica, a su vez, por importantes cambios que se produjeron en la actividad agrícola.
Entre los principales elementos que significaron una "revolución" en la agricultura se cuentan:
-La introducción de adelantos técnicos, como el arado normando, los nuevos sistemas de enganche animal y el uso de molinos de viento y agua.
El arado normando: era un arado que tenía una vertedera (vertedera: elemento del arado destinado a voltear y extender la tierra levantada), de modo que abría surcos más profundos y volteaban la tierra. Así, esta se aireada, las semillas penetraban más en el suelo, tenían más nutrientes y protección, y daban cosechas más abundantes. Como varias piezas de madera fueron reemplazadas por hierro, este arado era más pesado y se requería de tracción animal, es decir, que fuera tirado por animales. Algunos arados también tenían ruedas.
Modificación del enganche de animales: en las faenas agrícolas se utilizaron mayoritariamente bueyes y, en menor medida, caballos, cuyas patas empezaron a ser protegidas con herraduras. Los enganches permitían utilizar mejor la fuerza de los animales para arar. El nuevo enganche del caballo, con las correas por los lados, le permitía avanzar con menos fatiga y más fuerza que el antiguó enganche en que la correa lo tiraba por la parte posterior del cuello.
-La implementación del sistema de rotación trienal, el cual se cultivaban cada año dos tercios de un terreno, en reemplazo del sistema bienal en que la mitad del terreno se cultivaba y el resto quedaba en descanso o barbecho. Se iba rotando el uso que se daba a cada tercio.
En el sistema de rotacion trienal se dividía la tierra en tres partes. Una se cultivaba con trigo o centeno, que desgastaban mucho la tierra. Otra parte se cultivaba con avena, cebada o leguminosas (lentejas, habas, guisantes), que desgastaban menos la tierra. La tercera parte quedaba en barbecho.
-La roturación a gran escala, proceso que significó dedicar al cultivo grandes superficies de tierra improductivas o destinadas a otros usos. Esto se hizo principalmente a través del desmonte o eliminacion de bosques. El desmonte favoreció una mayor producción, pero cambio el paisaje europeo para siempre. En el norte de Europa también se desecaron pantanos y en Flandes y Dinamarca se construyeron diques para hacer retroceder el mar.